GPG México colabora en el Taller de Violín Didáctico: música, identidad y raíces vivas

El pasado lunes 7 de julio de 2025, Nacanu’Bií, la Casa Comunitaria del parque eólico Bií Hioxo, se convirtió en un espacio de encuentro, aprendizaje y celebración. En el marco del Taller de Violín Didáctico, niñas, niños, jóvenes y familias del proyecto de música vivieron una jornada inolvidable que conectó arte, identidad y legado cultural.

La actividad fue guiada por Kelsey Milian Lopez, etnomusicóloga, educadora y poeta de raíces mexicanas y guatemaltecas, nacida en Miami y actualmente afincada en Nueva York. Kelsey es doctoranda en Etnomusicología en CUNY y editora de American Music Review. Su trabajo entrelaza la música, la educación y la justicia social entre América y Japón, con un enfoque especial en la revitalización de lenguas indígenas.

Antes del taller, Kelsey compartió su historia personal. Su abuelo hablaba zapoteco del Istmo de Tehuantepec, pero no lo transmitió a su madre debido a la discriminación hacia los pueblos indígenas. 

Hoy, Kelsey estudia esta lengua tonal con un músico originario de Juchitán, como parte de su compromiso con la revitalización cultural.

“Crecí con amor y orgullo por mi identidad indígena, y aprendí la importancia de revitalizarla”, contó. Su investigación doctoral explora cómo la música puede ser una herramienta para recuperar lenguas y memorias. “Es la conexión entre lenguaje, cuerpo y tierra. Es una forma de cultivar resiliencia comunitaria y social, y de imaginar futuros más justos y creativos”.

Durante el Taller de Violín Didáctico, Kelsey facilitó una experiencia musical participativa, donde el violín se convirtió en un puente para explorar sonidos, palabras y emociones. A través de dinámicas lúdicas, cantos y relatos, los participantes se acercaron a la música como una forma de expresión cultural y de conexión con sus raíces.

El taller no solo fortaleció habilidades musicales, sino que también abrió un espacio de reflexión sobre la importancia de preservar nuestras lenguas y tradiciones. Las familias compartieron sus propias historias, y se generó un ambiente de escucha, respeto y orgullo colectivo.

Kelsey cerró el encuentro con un mensaje poderoso: “Quiero ser hablante fluida para que, cuando tenga hijos, pueda enseñarles nuestras lenguas indígenas. Quiero que crezcan con orgullo, y que ese orgullo los impulse a crear nuevas formas de innovación cultural desde nuestras raíces”.

Este tipo de experiencias son posibles gracias al modelo de Relacionamiento Social de GPG, que impulsa espacios como esta charla para fortalecer el tejido comunitario, promover el diálogo intercultural y acompañar procesos de transformación social desde lo local.

El Taller de Violín Didáctico fue mucho más que una clase: fue una celebración de la música como lenguaje vivo, una afirmación de nuestras identidades y una semilla para seguir construyendo comunidad con creatividad, memoria y esperanza.

Algunas imágenes de la jornada:
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