Taller de cometas del parque eólico Bií Hioxo para celebrar el Día Mundial del Viento

En el marco del Día Mundial del Viento, el parque eólico Bií Hioxo llevó a cabo una actividad con profundo sentido cultural y social: un taller comunitario de elaboración de papalotes (cometas) tradicionales. Más que una celebración, fue un homenaje a la memoria colectiva del Istmo, a sus juegos de antaño, y a la transformación de esos saberes en herramientas para construir un futuro más equitativo y sustentable.

El papalote, palabra derivada del náhuatl papalotl que significa “mariposa”, ha sido por generaciones un símbolo de juego y creatividad en México. Hecho con papel, carrizo y materiales ligeros, este juguete tradicional ha volado en los cielos del Istmo, acompañando las infancias de muchas generaciones. El taller no solo rescató esta técnica ancestral, sino que también promovió el uso de materiales reciclados, reforzando el vínculo entre cultura y sustentabilidad.

La actividad reunió a 141 participantes de distintas edades en cinco sedes, desde escuelas hasta espacios deportivos y comunitarios. Padres, jóvenes, niños y adultos mayores se sumaron con entusiasmo, aprendiendo y recordando juntos. La capacitación fue liderada por Vladimir Regalado Guerra, voluntario que compartió sus recuerdos de infancia, cuando volar papalotes era una actividad habitual en su barrio.

Un aspecto especialmente transformador del taller fue su enfoque en la inclusión de género. Históricamente, en la región del Istmo, la elaboración de papalotes se atribuía solo a los niños. Este taller rompió con esa tradición excluyente, al integrar por igual a niñas, jóvenes y mujeres adultas. Escuchar frases como “Mi mamá dice que las niñas no podemos hacer papalotes” sirvió como un recordatorio de lo urgente que es abrir espacios donde todos puedan participar sin barreras.

Los voluntarios Xquendas, capacitados por el equipo de la Casa Comunitaria Nacanu’ Bií, jugaron un rol clave como facilitadores, replicando los saberes del taller con compromiso y pasión. Gracias a ellos, cada sede se convirtió en un lugar de aprendizaje, colaboración e intergeneracionalidad.

Durante el desarrollo del taller, algunos representantes de GPG LATAM acudieron a las actividades, mostrando interés y cercanía hacia las acciones comunitarias. Su presencia permitió fortalecer el vínculo entre el proyecto y las personas que lo hacen realidad día a día.

Este taller no solo devolvió al cielo los papalotes que hace tiempo dejaron de volar; también elevó los valores que inspiran a GPG Méxicoinclusión, equidad, reciclaje y sustentabilidad. A través del modelo de Relacionamiento Social, reafirmamos que las raíces culturales son esenciales para impulsar el cambio positivo.

Volando alto, con hilo de respeto y papel de memoria, los papalotes del Istmo hoy son símbolo de una comunidad que preserva su tradición mientras construye un futuro más justo.

Algunas imágenes de la jornada:
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