Después de dos décadas de esfuerzo continuo, el pasado mes de diciembre marcó un hito significativo con la exitosa transferencia de la central hidroeléctrica de La Joya al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Para conmemorar este logro histórico, los compañeros de GPG Costa Rica se reunieron para celebrarlo y aprovecharon para entregar algunos obsequios.
El 29 de febrero, el equipo costarricense se reunió con sus seres queridos para una cena especial seguida de un espectáculo de ilusionismo. La atmósfera estaba cargada de magia y risas, mientras compartían momentos memorables.
Durante la velada, se honró la dedicación y el compromiso de siete colaboradores clave que han estado con la central hidroeléctrica La Joya desde sus primeros días hasta el presente. Entre ellos se encuentran Arturo Porras, Carlos Obando, Reinaldo Araya, Hurbel Quirós, José Solano, Miguel Araya y Ramón Monestel.
José Solano, quien comenzó como responsable de personal en 2003 y luego se convirtió en gestor de recursos, reflexiona sobre la importancia de este hito y el compromiso de todos los colaboradores. “Al reflexionar sobre todo lo vivido durante estos años, es evidente que hemos realizado un excelente trabajo. La celebración de este hito es completamente merecida. Estoy convencido de que, con el compromiso de todos los colaboradores y la energía aportada por las recientes incorporaciones, la central hidroeléctrica Torito continuará siendo igual de exitosa hasta el día de su transferencia”.
Arturo Porras, responsable de O&M, ha sido un miembro integral de la compañía desde las etapas preoperativas, aportando un profundo conocimiento sobre las centrales hidroeléctricas del país. Según él, “La Joya es una instalación de gran singularidad, y el ICE ha adquirido un activo en condiciones excepcionales”, reflejando su excelente estado de conservación. Para Porras, La Joya es más que una central; representa el fruto de su dedicación, un legado que ha contribuido al éxito profesional de sus dos hijos.
Miguel Araya rememora con nostalgia los días de construcción del proyecto, recordando “la felicidad que sintió cuando se le ofreció la oportunidad de continuar trabajando en la operación y mantenimiento de la planta”.
Aunque ahora todas las miradas están puestas en la central hidroeléctrica de Torito, no se pierde de vista las nuevas oportunidades de negocio que puedan surgir en el país, cuya matriz energética se compone de más del 98% de energía renovable.
Una noche que transcurrió entre risas y charlas amenas, lo normal cuando estás en compañía de personas a las que aprecias, especialmente con este grupo de colaboradores que, aunque pequeño en número, destaca por sus importantes logros.
Con la transferencia exitosa de La Joya al ICE, se cierra un capítulo de logros y compromisos, marcando el inicio de una nueva era en Costa Rica.